Aún hoy, cada madrugada, a las cinco, Franz Kafka vuelve a su casa de la calle Celetná (Zeltnergasse), con su traje negro y su bombín. Aún hoy, cada madrugada, Jaroslav Hasek, en alguna taberna, proclama ante sus compañeros de juerga que el radicalismo es dañino y que el sano progreso sólo puede alcanzarse con la obediencia. Praga vive aún bajo el signo de estos dos escritores, que expresaron mejor que nadie su condena sin remedio, y por tanto su malestar, su malhumor, las dobleces de su astucia, su fingimiento, su ironía carcelaria.
Angelo Maria Ripellino, Praga magica
Traducción del italiano de Marisol Rodríguez
Seix-Barral. Barcelona, 2003
Este principio me llena de curiosidad. El mismo título del libro, es como si fuera el preludio del principio, si acaso se pudiera decir que existe 🙂
Una maravilla.
Ripellino era un eslavista, pero éste no es el libro de un experto, sino el de un apasionado de la cultura checa. La cantidad de datos que aporta y su manera de relacionarlos abruma. Todo lo conoce, todo lo ha leído, todo lo ha visto y todo le sirve para transmitirnos esa pasión. A veces, cuesta seguirlo, y acaba uno perdido entre personas, personajes, calles, citas literarias o notas a pie de página, pero, ¿qué importa?, en Praga, tarde o temprano acabas llegando a algún puente donde situarte y retomar el camino.
Hay libros que por más que los busco, no los encuentro o sino la lista es larga y hay que elegir.
Lo que cuentas sobre el libro, me atrae aún más Quiero leerlo.
No lo he leído, sólo el principio ahora, pero lo leeré… Llama el perderse para llegar a encontrarse en algún café también perdido. Me gusta este principio.