Ancho mar de los Sargazos

1 Mar

Dicen que, en los momentos de peligro, hay que unirse, y, por eso los blancos se unieron. Pero nosotros no formamos parte del grupo. Las señoras de Jamaica nunca aceptaron a mi madre, debido a que era «muy suya, muy suya», como decía Christophine.

2 respuestas to “Ancho mar de los Sargazos”

  1. Roma marzo 1, 2007 a 9:45 pm #

    La traducción es de Andrés Bosch.

  2. María José agosto 29, 2008 a 2:30 am #

    La autora es increíble, solo tengo en castellano por editorial Anagrama ese libro pero he leído algo de la misma autora «Viaje a la oscuridad» y Qué usted la duerma bien señora.

    France lectora les dejo este atropellado mensaje. Amo a las letras y a diversos autores . También el escribir olvidada en una servilleta

    María José Bozzone

    Ancho mar de los Sargazos
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    Fragmento de la primera parte.
    *

    Dicen que en los momentos de peligro, hay que unirse, y, por esto, los blancos se unieron. Pero nosotros no formamos parte del grupo. Las señoras de Jamaica nunca aceptaron a mi madre, debido a que era «muy suya, muy suya», como decía Christophine.
    Era la segunda esposa de mi padre, muy joven para él, según decían las señoras de Jamaica, y, peor todavía, procedía de la Martinica. Cuando le pregunté por qué era tan poca la gente que nos visitaba, me dijo que la carretera que iba desde Spanish Town a Coulibri Estate, donde vivíamos, era muy mala y que, ahora, la reparación de carreteras había pasado a la historia. (Mi padre, las visitas, los caballos y sentirse segura en cama, también habían pasado a la historia.)
    Otro día la oí hablar con el señor Luttrell, nuestro vecino y único amigo:
    -Desde luego, también tienen sus problemas. Todavía esperan la compensación que los ingleses les prometieron cuando aprobaron la Ley de Emancipación. Algunos esperarán mucho tiempo.
    ¿Cómo podía saber que el señor Luttrell sería el primero que se cansaría de esperar? Una tranquila tarde, el señor Luttrell le pegó un tiro a su perro, se echó al mar y nadó mar adentro, y desapareció para siempre. De Inglaterra no vino agente alguno a cuidar su finca -Nelson´s Rest se llamaba -, y gentes desconocidas, de Spanish Town, fueron allí para chismorrear y comentar la tragedia. Se decía:
    -¿Vivir en Nelson´s Rest? Por nada del mundo. Es lugar de mal augurio.
    La casa del señor Luttrell quedó vacía, y el viento hacía batir los postigos. Pronto los negros dijeron que la casa estaba hechizada, y no querían siquiera acercarse a ella.Y nadie se acercaba a nuestra casa.
    ————–
    Resumen de la contraportada. J. Rhys, publicó cinco libros entre los años 1927-39. No obtuvo el éxito esperado y no volvió a escribir hasta 1966, cuando publicó esta novela. Un libro de «literatura en la literatura» donde cuenta la historia de Antoinette Cosway, primera esposa de Rochester, enigmático e inolvidable protagonista de «Jane Eyre» de Ch. Brontë.
    Mi comentario.
    Antoinette, es la esposa loca encerrada en la torre y que se suicida en el incendio que ella misma provoca. La novela, que no es un pastiche de la obra de Brontë, te convence de la posibilidad de que fuera así como pasó su infancia y juventud, y los motivos de su locura y el horrible final, quedan plenamente definidos. Y justificados, si lo necesitaran.
    Pongo la etiqueta «Inglaterra», aunque Rhys nació en la Dominica, una de las Islas Widward. Su padre era galés y ella está considerada «escritora inglesa» en todo lo que he leído acerca de su obra.

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